El Fútbol Argentino vive una reestructuración sin precedentes y Defensores ha sido incluído por un mérito extrafutbolístico que no abunda en estos días. Si bien el inolvidable ascenso del 2007 nos ha otorgado prestigio, orgullo y hasta nos abrió las puertas del país futbolero, hoy Defensores es tenido en cuenta por infraestructura, por carecer de deudas, contar con habilitaciones al día, tener un Estadio impecable, brindar una atención excelente, escaparle a la violencia y contar con una dirigencia honesta, entre otras cosas. Somos el primer equipo del país que luego de descender es incluído nuevamente en un torneo de nivel Nacional.
Definitivamente esto es algo positivo, nadie duda que lo es, pero hay que considerar que la cuenta pendiente en este caso ya no es con Cereza ni Garavano, sino con el hincha. El hincha siente que el espíritu defensorista ya no es el mismo y lo expresa en las tribunas. La disconformidad no es con Spontón, Feliciano, Arrieta o cualquiera de los muchachos que salta al campo de juego, sino con el Defensores que vuelve a ser invitado. Si, el Defensores honesto, el que parece ser un club modelo. Al hincha no le parece descabellado ser protagonista en el 6 Ligas y ganar el TDI (Aquel del que somos líder en la tabla histórica), porque es hincha de Defensores. El hincha quiere sumar otra estrella, siempre, porque es hincha de Defensores.
Claudio Spontón es la cara futbolística de este Defensores 2014 y eso al hincha le gusta, principalmente porque es un hombre de trabajo y además tiene los ojos muy abiertos, sabe que si hay otro "Mochi", no hay que dejarlo escapar. A Spontón le gusta el buen fútbol y al hincha también.
Desde la dirigencia se aceptó con toda honra una nueva convocatoria y asumiendo la resposabilidad de comprometerse a evitar tropezar con la misma piedra, esa que nos condenó a nuestro segundo peor disgusto deportivo. Es por eso que estamos invitados pero a ilusionarnos porque sin darnos cuenta Defensores tiene mucho recorrido, grandes heridas de guerra que nos dicen qué hay que hacer y qué no. Esta vez no podemos fallar y el hincha enciende su ilusión, ojalá no se apague.
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